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Iago Aspas está en una nube. El delantero del Celta está devolviendo con goles la confianza que ha depositado Paco Herrera en él para convertirlo en el delantero centro del equipo. A pesar de los dos goles que dieron la victoria al conjunto vigués ante el Villarreal, el moañés quería más. "No estoy contento del todo, pienso que si me hubiese marchado con cinco goles sería lo más normal, he tenido muchas ocasiones para haber remontado mucho antes pero no han entrado", comentó Aspas, que se queda con un nuevo triunfo del equipo: "La victoria en el minuto 93 sabe mucho mejor, son cuatro triunfos consecutivos contando con el de la Copa y no tenemos que bajar el ritmo".
Rompió el Celta también la maldición con los equipos filiales, que se le atragantaban los últimos años. Aspas lo celebra y hace un análisis del partido, con dos fases bien diferenciadas. "Nos ha venido mal ponernos por delante tan pronto, después no hemos presionado del todo bien, nos echamos atrás y no supimos colocarnos por detrás del balón pero conforme cogimos el mando le supimos dar la vuelta a la tortilla", comentó.
Precisamente, habló el moañés sobre el juego a ráfagas del Celta, que no mantuvo una línea constante durante los noventa minutos y que tuvo que esperar hasta el tramo final para desplegar su mejor versión. "Hemos tirado el partido hasta el descanso pero con ganas y esfuerzo conseguimos el objetivo", señaló.
Lo peor fue no poder mantener por tercer partido consecutivo la puerta a cero, algo sobre lo que les conciencia Paco Herrera, indica Aspas, que con sus dos goles de ayer ya supera sus mejores registros como profesional: "Tenía el tope en seis pero nunca había jugado tan arriba, el míster me pone de delantero y me aplica a que marque, estoy tranquilo porque sé que esto va por rachas".
Faro de Vigo
Rompió el Celta también la maldición con los equipos filiales, que se le atragantaban los últimos años. Aspas lo celebra y hace un análisis del partido, con dos fases bien diferenciadas. "Nos ha venido mal ponernos por delante tan pronto, después no hemos presionado del todo bien, nos echamos atrás y no supimos colocarnos por detrás del balón pero conforme cogimos el mando le supimos dar la vuelta a la tortilla", comentó.
Precisamente, habló el moañés sobre el juego a ráfagas del Celta, que no mantuvo una línea constante durante los noventa minutos y que tuvo que esperar hasta el tramo final para desplegar su mejor versión. "Hemos tirado el partido hasta el descanso pero con ganas y esfuerzo conseguimos el objetivo", señaló.
Lo peor fue no poder mantener por tercer partido consecutivo la puerta a cero, algo sobre lo que les conciencia Paco Herrera, indica Aspas, que con sus dos goles de ayer ya supera sus mejores registros como profesional: "Tenía el tope en seis pero nunca había jugado tan arriba, el míster me pone de delantero y me aplica a que marque, estoy tranquilo porque sé que esto va por rachas".
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