En España no es
novedad ver las gradas de los estadios de fútbol prácticamente vacías.
Las horas intempestivas de los partidos, la poca antelación para
comunicar los horarios y, sobre todo, el elevado precio de las entradas
para los tiempos que corren, invitan a los aficionados a quedarse en
casa o a ver el partido en el bar. El mejor ejemplo de esta temporada
se ha sucedido en Getafe donde ni la presencia de uno de los grandes de
la Liga ha conseguido copar de aficionados el Coliseum Alfonso Pérez. En el Getafe-Real Madrid del pasado fin de semana apenas 8.000 aficionados. Y eso que era el Madrid.
El presidente de la entidad azulona, Ángel Torres,
no cesa en su empeño de subir cada vez más los abonos y las entradas.
El próximo partido del Getafe en el Coliseum será para recibir al otro
grande de la Liga, al Barcelona y para este encuentro, y después de los
visto ante el Real Madrid, Ángel Torres ha decidido no sólo no bajar el precio de las entradas, sino que lo ha subido. Un aficionado tendrá que pagar para presenciar este partido entre 60 euros, la entrada más barata y 110 la más cara. Un precio cuanto menos abusivo para los tiempos que corren.
La política de precios altos continúa en la entidad azulona y no sólo para el precio de las entradas, sino también en el precio de los abonos. Esta temporada, el del Getafe estaba entre los más caros de Primera división con cantidades que oscilaban entre 360 euros y 580.
Sí es cierto que existían descuentos para desempleados, jubilados o
niños, pero todo muy lejos de los 125 euros que cuesta el abono más
barato para acudir, por ejemplo, al Camp Nou.
La Bundesliga, el ejemplo a seguir
Mientras en
España continúa esa imagen de gradas desangeladas, en otras Ligas la
media de espectadores por partido es del 90% de ocupación. El caso más
claro está en la Bundesliga alemana donde este porcentaje se concreta en
más de 40.000 aficionados en cada encuentro. Las entradas en el país
germano tienen un precio medio de 22,75 euros, pero en cualquier caso
la entrada más barata para un partido, nunca supera los 30 euros. De ahí, que la afluencia de público a un partido de las Bundesliga alemana pueda equipararse a la NFL americana.
En la
actualidad, la Liga alemana es la más rentable del fútbol europeo.
Ningún equipo vive por encima de sus posibilidades económicas. No
existen las leyes concursales, no han oído hablar de los concursos de
acreedores y los beneficios han aumentado en un 24% en el último
lustro. La ley anti-jeques (está prohibido que alguien posea el 50%
de las acciones del club) y el reparto de los derechos televisivos
equitativo marca aún más las diferencias respeto a España. Todo
perfección.
La medida tomada por el Getafe es sólo un ejemplo más de la nefasta gestión de la Liga española.
Menos afición, horarios impracticables y unos precios desorbitados de
las entradas que castiga cada vez más al espectáculo del fútbol español.
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