Por increíble que pueda parecer, tras quince encuentros que se han disputado de Liga en Segunda, Paco Herrera todavía no ha tenido que modificar sus planes por la sanción de alguno de sus jugadores. Nadie en la plantilla ha visto todavía cinco amarillas a pesar de haber seis apercibidos ni tampoco ha habido expulsiones. Algo que puede deberse a uno de los aspectos que más se le reprochan al equipo, la falta de pillería y de contundencia en determinadas acciones de los partidos.
El Celta se ha acostumbrado a vivir en los últimos años con la etiqueta de ser un equipo algo blando, poco contundente, al que le cuesta coger la medida a equipos que practican un fútbol basado en el aspecto físico. Muchas veces se le reprocha a los integrantes de la plantilla céltica su falta de pillería en ciertas acciones, saber cortar el juego para impedir contragolpes de los equipos contrarios, esa habilidad que excélticos como Eduardo Berizzo o Sebastián Méndez ejecutaban a la perfección, el denominado juego subterráneo. Esa falta de agresividad se ve reflejada perfectamente esta temporada en los datos de las amonestaciones que han visto los jugadores del Celta, en la zona alta de la clasificación del juego limpio como uno de los conjuntos más deportivos de la categoría.
Si fuera únicamente por el Celta, el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol habría pasado los meses más tranquilos de su vida, ya que en esta campaña no han tenido que notificar sanción de algún tipo para ningún jugador del conjunto céltico. Nadie de los vigueses se ha perdido todavía un partido por sanción, bien sea por acumulación de cinco amarillas o por expulsión, situación que en el fútbol español se asemeja únicamente a la del Barcelona de Pep Guardiola. El de los vigueses es el único caso de la Segunda División en las primeras quince jornadas de campeonato, ya que el resto de equipos han tenido que sufrir en alguna ocasión uno o varios percances en forma de partido de suspensión.
Los únicos equipos que se acercan algo a los registros del Celta en jugadores sancionados son el Gimnástic y el Barcelona B. Los tarraconenses son el conjunto que menos amarillas han visto hasta el momento (27) y aunque ningún jugador ha cumplido ciclo de cinco amonestaciones, sí ha sufrido una expulsión, la de Rodri ante el Xerez el 17 de septiembre. Por su parte, el filial azulgrana, último rival del Celta, nunca ha sufrido una expulsión pero sí ha perdido a Jonathan dos Santos y Rodri por ciclo de tarjetas.
El conjunto dirigido por Paco Herrera ocupa actualmente en el ránking de tarjetas amarillas el puesto décimoquinto, ya que ha visto 44, muy repartidas entre todo el equipo. Aunque ningún jugador suma todavía cinco amarillas, varios sí están al borde de la suspensión. Algunos llevan aguantando varias jornadas como Álex López o Natxo Insa mientras que otros como Iago Aspas, Jonathan Vila o Quique de Lucas han visto la cuarta en las dos últimas semanas. Llaman la atención casos como el de Catalá o Oier, dos defensas que solo han visto dos y una amarilla respectivamente.
De los equipos que pelean por la zona alta, solo Valladolid y Deportivo han sido amonestados en menos ocasiones, 38 por cabeza, pero en cambio sí que han sufrido expulsiones y ciclos de amonestaciones. En las antípodas del Celta, se encuentran conjuntos como Murcia, Elche y Hércules, los más "tarjeteados" de la categoría, fieles a un estilo de juego más agresivo, muy diferente del que propone el conjunto vigués. Los murcianos suman ya 66 tarjetas amarillas y tienen al jugador más amonestado de la categoría, Óscar Sánchez, al que los árbitros le han mostrado 9 amarillas en catorce partidos, por lo que está a punto de cumplir su segundo ciclo de sanción. Además, los "pimentoneros" llevan ya seis expulsiones, una menos que el Las Palmas, el cuadro que más ha sido castigado con la cartulina roja,
Los otros dos exponentes del juego "duro" de la categoría, Hércules y Elche no se quedan tampoco atrás. Los alicantinos, que ocupan el liderato, han visto ya 53 amarillas, dos rojas y cinco de sus hombres han sido castigados con un partido por cinco amonestaciones, registros similares a los de sus vecinos ilicitanos, con 59 amarillas, 5 expulsiones y cuatro jugadores que han tenido que estar un partido sin jugar por acumulación.
Estos estilos se le han atragantado al Celta, un aspecto en el que sin duda los de Herrera todavía tienen mucho que aprender. No es cuestión de violencia, sino de saber utilizar unas armas determinadas en ocasiones en las que es esencial para no salir perjudicado.
Fuente: Faro de Vigo
Si fuera únicamente por el Celta, el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol habría pasado los meses más tranquilos de su vida, ya que en esta campaña no han tenido que notificar sanción de algún tipo para ningún jugador del conjunto céltico. Nadie de los vigueses se ha perdido todavía un partido por sanción, bien sea por acumulación de cinco amarillas o por expulsión, situación que en el fútbol español se asemeja únicamente a la del Barcelona de Pep Guardiola. El de los vigueses es el único caso de la Segunda División en las primeras quince jornadas de campeonato, ya que el resto de equipos han tenido que sufrir en alguna ocasión uno o varios percances en forma de partido de suspensión.
Los únicos equipos que se acercan algo a los registros del Celta en jugadores sancionados son el Gimnástic y el Barcelona B. Los tarraconenses son el conjunto que menos amarillas han visto hasta el momento (27) y aunque ningún jugador ha cumplido ciclo de cinco amonestaciones, sí ha sufrido una expulsión, la de Rodri ante el Xerez el 17 de septiembre. Por su parte, el filial azulgrana, último rival del Celta, nunca ha sufrido una expulsión pero sí ha perdido a Jonathan dos Santos y Rodri por ciclo de tarjetas.
El conjunto dirigido por Paco Herrera ocupa actualmente en el ránking de tarjetas amarillas el puesto décimoquinto, ya que ha visto 44, muy repartidas entre todo el equipo. Aunque ningún jugador suma todavía cinco amarillas, varios sí están al borde de la suspensión. Algunos llevan aguantando varias jornadas como Álex López o Natxo Insa mientras que otros como Iago Aspas, Jonathan Vila o Quique de Lucas han visto la cuarta en las dos últimas semanas. Llaman la atención casos como el de Catalá o Oier, dos defensas que solo han visto dos y una amarilla respectivamente.
De los equipos que pelean por la zona alta, solo Valladolid y Deportivo han sido amonestados en menos ocasiones, 38 por cabeza, pero en cambio sí que han sufrido expulsiones y ciclos de amonestaciones. En las antípodas del Celta, se encuentran conjuntos como Murcia, Elche y Hércules, los más "tarjeteados" de la categoría, fieles a un estilo de juego más agresivo, muy diferente del que propone el conjunto vigués. Los murcianos suman ya 66 tarjetas amarillas y tienen al jugador más amonestado de la categoría, Óscar Sánchez, al que los árbitros le han mostrado 9 amarillas en catorce partidos, por lo que está a punto de cumplir su segundo ciclo de sanción. Además, los "pimentoneros" llevan ya seis expulsiones, una menos que el Las Palmas, el cuadro que más ha sido castigado con la cartulina roja,
Los otros dos exponentes del juego "duro" de la categoría, Hércules y Elche no se quedan tampoco atrás. Los alicantinos, que ocupan el liderato, han visto ya 53 amarillas, dos rojas y cinco de sus hombres han sido castigados con un partido por cinco amonestaciones, registros similares a los de sus vecinos ilicitanos, con 59 amarillas, 5 expulsiones y cuatro jugadores que han tenido que estar un partido sin jugar por acumulación.
Estos estilos se le han atragantado al Celta, un aspecto en el que sin duda los de Herrera todavía tienen mucho que aprender. No es cuestión de violencia, sino de saber utilizar unas armas determinadas en ocasiones en las que es esencial para no salir perjudicado.
Fuente: Faro de Vigo
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