miércoles, 11 de enero de 2012

Camisetas clásicas: póntela otra vez



Son tiempos complicados. Las mejores tardes han quedado atrás y el estadio que te aplaudió ya no existe. ¿Qué se siente ahora? De pie en el área técnica del Emirates Stadium, esperando que el balón salga fuera para poder entrar en el terreno de juego. No es la primera opción. Le adelanta por la derecha un correcaminos. Theo Walcott espera junto a él y pega un acelerón para salir. A su espalda luce un ’14′ que heredó con honor y que no ha cuidado con demasiada brillantez. Cada temporada se agarra a él y lo reivindica para sí. Conoce su significado, de donde viene y  quién lo elevo categoría de dorsal trascendente, pero no se acerca. El que siempre ha sido el más rápido del grupo no parece poder liderarlo. “Si finalmente ficha será muy bueno para los jóvenes, tiene mucha experiencia”- no sólo no se incluye en la lección, sino que se niega a ceder su dorsal: “Ahora tengo su número, pero no lo va a recuperar aunque venga aquí por un tiempo. Ya le he avisado”.


Thierry Henry, el mejor jugador de la historia de la Premier League, se seca el sudor con la manga mientras Marouane Chamakh se aproxima a la banda. Mirada al suelo. Cualquier vista menos la espalda de Walcott.


Tiene un nuevo aspecto. La complexión, más ancho, 34 años. Luce una barba más que cuestionable. Le han dejado el ’12′, su número en la selección francesa, pero es él, le reconocemos porque lleva las medias hasta media rodilla. Un paso adelante, recibe un balón de espaldas, un trote a la banda. El aficionado tiene todo el tiempo del mundo para deleitarse y contemplar sus acciones. A cámara lenta. Las primeras fotografías no saldrán movidas.


Está parado en el frente del ataque, y en su mente, quizás, empiece una jugada. “El ataque progresa y el equipo se acerca al arco a una velocidad atropellada. No dominamos el sigilo. Parece como si todo fuera a caerse. Es vértigo. Los últimos quince metros hacia el gol se transitan como si hubiera un desnivel exagerado. Arriba el juego y abajo el gol. El área se transita en vertical. Sobre todo cuando llevo el esférico. ¡Ahí viene! Controlo con el pie derecho y media vuelta, ya en campo contrario. El público jadea. Una arrancada endemoniada. ¡Uno! ¡Dos! ¡Ya se han quedado atrás! Los despido con un leve toque hacia un costado y un par de zancadas. Una pared. ¡Robert!”


El balón real lo lleva Alex Song, de momento Pirès solo entrena. Cambia el ritmo, izquierda, al hueco, el camerunés envía entre líneas y entonces las dos narraciones se hacen una. La que Henry se ha imaginado. La que el público ha visto.


El pase de Song lo han dado una larga lista de futbolistas. Empezando por Tony Adams, capitán y bebedor, un 7 de agosto de 1999 en el St Mary’s Stadium de Southampton. Henry no anotó hasta la jornada 8, cuando Adams le sirvió el primer balón un poco escorado a la izquierda. El mismo que ahora, con el mismo final. Una pausa eterna. El guardameta lo sabe. El técnico rival, también. El aficionado gunner de sobras lo conoce. Un disparo meloso al palo largo. Rosca fina que insinúa con perderse pero siempre acaba entrando, pegada al poste.


¿Qué se siente ahora? ¿Qué se puede decir cuando el futbolista más arrogante de la historia en lo que a celebración de goles se refiere casi se pone a llorar? Será exagerado, le habrá influenciado Norteamérica, pero su película hay que verla. Es como si se hubiera guardado toda la alegría de su carrera para este momento. Un gol con una camiseta determinada, un abrazo con un técnico determinado, una forma de marcarlo, un golpeo, una camiseta. Un lugar, solo faltó Highbury.






¿Qué le puede aportar Henry a este Arsenal? Suponemos que algunos minutos de calidad en segundas partes, el valor simbólico, puede que algún otro gol. Lo normal sería que no fuera titular prácticamente nunca. Sin embargo quisiera rescatar un comentario de Carlos Castellanos en el Fiebre Maldini de esta semana, que dijo que tener de nuevo a Henry en el Arsenal rememoraba la etapa ganadora de este club. Y en cierto modo es así, salta Henry el otro día y todos estamos esperando su gol. En un futbolista tan emocional nunca se sabe. Es que si juega un rato en el próximo partido y por casualidad vuelve a marcar, hay que ponerlo de inicio en el tercero. Con más motivo viendo que sus rivales por un puesto son Walcott, Arshavin, Chamakh o un joven Oxlade-Chamberlain.


Peticiones: Paul Scholes también redebutó esta semana en la FA Cup con la camiseta del Manchester United. ¿A quién más os gustaría volver a ver? propongo algunos nombres. Con enlace a camiseta, por si él no se la quiere volver a poner al menos lo podamos hacer nosotros. Robbie Fowler, Henrik Larsson, Mark Viduka, Edwin Van der Sar, Iván de la Peña, Luis Figo, Zinedine Zidane, Robert Pirès.

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