jueves, 5 de julio de 2012

Un día, un fichaje: Javi Varas




“Yo no me quiero quitar mérito, prefiero que sea mérito mío”,
reconocía un exaltado Javi Varas (Sevilla, 1982) tras el partido de su vida, una noche de octubre sobre el césped del Camp Nou. Messi había lanzado a media altura, ideal para la estirada del guardameta, pero había que adivinarla. Ante los penaltis del argentino la intuición es más importante la acción técnica, pues engaña mejor que lanza. Varas intuyó ese y cada uno de los remates azulgrana, hasta veintidós en noventa minutos. El 0 a 0 final fue el triunfo del portero más exigido, nuevo jugador del Celta de Vigo la próxima temporada.


La llegada de Míchel al banquillo comportó poca novedad en el ánimo sevillista. La temporada apenas se arregló, finalizando en novena posición. Pero si hay que destacar un sello, una decisión importante, fue la tomada bajo los postes. En su primer partido, un 13 de febrero en Anoeta, sentó a Javi Varas -hasta la fecha titular indiscutible con Marcelino- y alineó a Andrés Palop, el veterano de 38 años que terminó la temporada. En el balance 2011-2012 Varas encajó 35 goles en 25 partidos disputados.


La no confianza de Míchel y sobre todo el fichaje de Diego López, procedente del Villarreal, condenaban a Varas a un papel terciario. Su obligada salida del club se ha saldado con una cesión que favorece a todas las partes. El jugador gana un puesto de titular en Primera División, el Celta un portero de garantías a coste bajo (pagará el 70% de su ficha, unos 700.000 euros) y el Sevilla lo repescará con más opciones de jugar una vez se retire Palop. Por cierto, el club hispalense no ha incluido la cláusula del miedo. Varas podrá jugar contra el Sevilla. Por si pregunta Messi, también contra el Barcelona.

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