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Foto: Salvador Sas |
El Celta afronta esta noche en Cornellá un choque en el que poco o nada tiene que perder. Verse apeado de la Copa del Rey por un Primera División como el Espanyol no debería suponer ningún drama para los de Paco Herrera, habida cuenta de que el objetivo es regresar al feudo espanyolista el año que viene, pero en el campeonato liguero. En cambio, una victoria en un escenario tan maravilloso como el nuevo estadio de los pericos sería una fantástica inyección de moral para una plantilla que, quién sabe, podría encontrarse en la siguiente ronda con un premio de sabor merengue, culé o incluso blanquiazul.
Por lo tanto, cero presión para un Celta que, pese a todo, pondrá la carne en el asador para intentar superar el envite. No se espera la reedición del equipo que el sábado pasado doblegó al Guadalajara, pero sí un once en el que tengan cabida bastantes de los considerados titulares. Gente como De Lucas, que vuelve a casa, Hugo Mallo o Álex López podrían ser de la partida en un encuentro al que a los celestes les vale una victoria y cualquier empate con goles.
Con Dani Abalo, Orellana y Iago Aspas en Vigo, Herrera podría apostar por un equipo titular formado por Sergio en portería; línea de cuatro para Hugo Mallo, Vila, Catalá y Roberto Lago; doble pivote para Bustos y Álex López; por la derecha De Lucas, por la izquierda Toni, Joan Tomás como enganche y arriba David. No obstante, no se pueden descartar otras variantes, como la entrada en el mediocentro de Natxo Insa o la incursión de Mario Bermejo en el trío de mediapuntas.
Por su parte, el Espanyol encara con muchas más urgencias el enfrentamiento con los vigueses. Para los catalanes, la Copa del Rey supone una gran ilusión, por lo que intentarán llegar lo más lejos posible. Por ello, Pochettino, a diferencia de lo que hizo en Balaídos, reservará el menor número de futbolistas posibles para tratar de imponerse. Todo indica a que saldrá con Casilla en portería; defensa formada por Forlín, Amat, Héctor Moreno y Didac; Baena y Romaric en el centro del campo; Sergio García y Weiss en las bandas con Verdú como enganche; y arriba Álvaro Vázquez.
Dos años después, el Celta tratará de repetir gesta copera. En aquella temporada, venció en el Heliodoro Rodríguez López y en el Madrigal, además de empatar en el Calderón tras una majestuosa lección de fútbol. Resultados todos ellos que le servirían para eliminar al Espanyol y seguir avanzando en el torneo del KO en busca de un cruce más apetitoso. El pasar debe ser una ilusión y la eliminación un mal menor, pues, al fin y al cabo, lo importante es lo que ocurra domingo tras domingo.
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