La lotería del futbol

Desde tiempos inmemoriales, los clubes de fútbol modestos cubrían el presupuesto de la temporada por dos vias: sorteo de jamones y recargo en la lotería de Navidad. Jugadores, directivos y empleados llegaban a los campos de los equipos rivales con el autobús cargado de ilusión y talonarios de lotería para colocar con recargo, como está mandado.

Esta fuente de financiación sigue vigente. Cada año, el 22 de diciembre, algún club modesto salva la temporada, los muebles y el club gracias a un pellizco de un premio gordo.

Este año, se ha producido un hecho curioso: en Barcelona, el equipo más modesto, el Espanyol, no ha pillado el “gordo” por un pelo. Jugaban el 58.468 y el que se llevó los millones al pueblecito de Grañén, fue en 58.268. ¡Un número! Solo un número ha impedido a los “pobres” del fútbol catalán sacar pecho y tener euros para formar un equipo que plante cara y batalla a su máximo rival, más poderoso y más rico, el Barça.

El espectáculo en Barcelona hubiese sido de traca. Los periquitos forrados de millones, arrasando en el mercado de invierno, “tocando” a Neymar o al mismísimo Messi para incorporarlo a su equipo. Hubiese podido ser una realidad pero se ha quedado en un sueño, en un cuento de Navidad…!por un solo número!