Seis seguidores maños resultaron heridos leves
Se lanzaron sillas y botellas de cristal, y emplearon los palos de las banderas en el curso de los enfrentamientos

Los aficionados del Zaragoza heridos en la pelea abandonan el centro de salud en un taxi.
Aficionados radicales de Osasuna y Real Zaragoza se enzarzaron ayer, en
los prolegómenos del partido amistoso que iban a disputar sus equipos en
Tafalla, en una reyerta en el centro de la localidad, en la que
resultaron heridos leves seis seguidores zaragocistas como consecuencia
de los golpes, patadas y puñetazos que recibieron en el curso de la
multitudinaria pelea, en la que los participantes se lanzaron sillas y
botellas de cristal, y emplearon los palos de sus banderas durante los
enfrentamientos.
Tafalla. Los incidentes
se iniciaron sobre las 18.30 horas, con la llegada a Tafalla del
autobús de los integrantes de Ligallo, a los que esperaban miembros de
Indar Gorri. Ambos bandos, según sospecha la Policía Foral, se podrían
haber citado por Internet en las fechas previas al partido amistoso, con
los últimos altercados entre los dos grupos radicales como telón de
fondo.
La pelea dio comienzo en la plaza de Navarra, con los
implicados lanzándose sillas de las terrazas enclavadas en este centro
neurálgico de la ciudada tafallesa, además de botellas de cristal. Según
los testigos, unos 20 jóvenes por cada bando participaron en la pelea,
aunque los ultras zaragocistas se dispersaron rápidamente ante la
acometida de los aficionados osasunistas.
Algunos trabajadores que se encontraban de faena en las
inmediaciones, sorprendidos por las escenas de violencia que se
sucedieron a su alrededor, se aproximaron a un aficionado zaragocista
que se encontraba sangrando para intentar socorrerlo, según el relato de
algunos testigos.
Mientras tanto, un grupo de aficionados maños se refugiaron en
el bar Beratxa y en otros establecimientos aledaños, mientras que otros
hinchas se dirigieron hacia el centro cívico, situado en las
proximidades, donde se repitieron los momentos de tensión, en este caso,
entre las personas de la tercera edad que había en el interior del
centro cívico y los mismos ultras de Ligallo.
Tensión en el centro cívico Tal
y como relataron algunos de los presentes, volaron ceniceros y hubo
algunos golpes, con los ancianos corriendo a estancias más seguras para
evitar ser alcanzados. Una de las empleadas del centro se apresuró en
bajar la persiana de la entrada para evitar males mayores, hasta que
llegaron los agentes de la Policía Foral y controlaron la situación.
Como consecuencia de la reyerta, cuatro aficionados del Real
Zaragoza tuvieron que ser atendidos en el servicio de Urgencias del
centro de salud de Tafalla, entre ellos uno que presentaba un corte en
una pierna, que pudo ser provocado por un golpe con un objeto
contundente, ya que durante la pelea fue arrojada una papelera metálica.
Fuentes del Gobierno de Navarra descartaron la utilización de armas
blancas.
Además, fueron atendidos en Tafalla otros tres ultras
zaragocistas por diferentes contusiones y traumatismos, incluida una
posible fractura de nariz, y dos aficionados más, aunque presentaban
contusiones, se negaron a recibir atención médica. Otros dos hinchas
rojillos también habrían resultado heridos, según algunas fuentes.
Después de los incidentes, los ultras del Zaragoza abandonaron
la localidad tafallesa en el mismo autobús que les había trasladado,
que esperó a los heridos en el peaje de Marcilla, hasta donde fueron
escoltados por agentes de la Policía Foral, que también trabajan en la
identificación de los participantes en la pelea con el fin de depurar
posibles responsabilidades por estos acontecimientos violentos.
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