
Old Trafford recibió el encuentro que absolutamente todos querían ver e invadido por 8.000 vascos a los que condujo la ilusión atestiguó una verdadera proeza. Alli mismo, en ese campo histórico, el Athletic Bilbao desarrolló su fútbol de forma sublime y sorprendió al Manchester United venciendolo 3-2 en el duelo de ida correspondiente a los octavos de final de la Uefa Europa League.
Siendo fiel a la idea y cumpliendo con lo que en la previa al choque se preveía, el Athletic brindó una autentica exhibición.
Jugando sin tener en consideración la magnitud del rival al que se
enfrentaba y exhibiedose valiente, atrevido, dominante y ambicioso.
Mejor táctica y estratégicamente, el cuadro
conducido por Marcelo Bielsa impuso una superioridad incontestable,
presionando en forma conjunta a lo largo y ancho de todo el terreno y
apoderandose por completo de la iniciativa en base a un juego bello,
exquisito y paciente, de toques y combinaciones.
- Falta un partido y que lo conseguido hoy solo tendrá valor en la medida que lo rentabilicemos el jueves próximo”. Marcelo Bielsa.
Perplejo y sometido, el United no pudo hacer nada bajo dicho marco
de situación. Jugó todo el tiempo incómodo y apostando muchas veces al
repliegue solo lastimó mediante contragolpes veloces y explosivos, en los que Javier “Chicharito” Hernandez y muy especialmente Wayne Rooney se mostraron siempre amenazantes.
Tan extraordinario fue lo del Athletic, que ni siquiera el injusto e
impensado tanto de Rooney, con el que el once conducido por Alex
Ferguson se colocó en ventaja, alteró el desarrollo. Fernando Llorente igualó poco antes del descanso luego de una acción fantástica, que se inició en la izquierda con Iker Muniain y siguió en la derecha con Markel Susaeta, y lo que posteriormente se le vino por delante el subcampeón de Europa fue un autentico asedio.
- Ha sido inolvidable, el partido que todos deseábamos jugar. Hemos jugado muy bien, mandando durante gran parte del partido, teniendo el balón, con pocas contras de ellos y el equipo ha hecho un partidazo”. Fernando Llorente
Desmarques, toques, paredes, combinaciones, aperturas.
El Athletic bordó su fútbol de forma sublime y solo David De Gea, heroe
y figura gracias a intervenciones formidables, evitó que lo justo e
inevitable llegara mucho antes de lo que finalmente llegó.
Veinte minutos antes del cierre, los que finalmente hicieron
que tanto esfuerzo valga realmente la pena y colocaron por delante al
equipo fueron Oscar de Marcos y Muniain, el primero
rentabilizando con maestria (en fuera de lugar) un delicioso pase del
gran Ander Herrera y el segundo aprovechando un rebote suelto de De Gea
luego de un remate lejano del propio De Marcos.
El descuento final de Rooney, de penal, solo sirvió para menguar un
poco el éxtasis y aderezar aun más el encuentro de vuelta. Los 8.000
aficionados bilbaínos que asistieron al estadio y los millones que lo
observaron por televisión no olvidarán jamás este día. Marcelo Bielsa
tampoco. Y todos aquellos que amamos el futbol jugado de esta forma menos.
Bielsa impuso su sello y su brillante Athletic, que además jugará la final de la Copa del Rey ante el Barcelona y se ubica quinto en la Liga, alumbra Europa y el mundo. Por hoy las luces se apagaron. Solo resta esperar la próxima función.
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